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Amiguitos, ¿recuerdan que les conté que Adam y Hawa desobedecieron a Yahweh y que por eso fueron expulsados del huerto? Por eso dejaron de tener tantas bendiciones y se alejaron de la presencia contínua que tenían con el Creador.

 

Las Sagradas Escrituras nos narran también que Adán y Eva tuvieron varios hijos, el mayor de ellos se llamaba Caín y el segundo Abel.

 

Cuando crecieron, el mayor se hizo agricultor y Abel fue pastor de obejas.

Caín cosechó ricas frutas y verduras después de trabajar duramente el campo mientras que el Abel, gracias a su trabajo multiplicó su rebaño de ovejas.

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Un día, los dos quisieron hacerles regalos a Yahweh, pues aunque ya no               estaban en el Jardín de Edén, seguían manteniendo la                             comunicación con nuestro Abba (Padre) Yahweh. Construyeron un lugar para colocar allí sus regalos y dárselos a Abba, Caín ofreció del fruto de la tierra y Abel, trajo lo más selecto de las primicias de su rebaño. Por alguna razón Yahweh le prestó atención a la ofrenda de Abel pero no le prestó atención a la ofrenda de Caín. Quizás ya Caín tenía en su corazón un                       comportamiento desagradable ante Abba que no corrigió antes de presentarse ante Él. Caín se dio cuenta que a Yahweh le gustó más la ofrenda de su hermano Abel y enseguida puso mala cara.

 

Ahora Caín estaba enojado, muy enojado, miraba con mucha rabia a su hermano. Mientras lo miraba, pensaba y pensaba.

 

            Viendo Yahweh la cara que puso Caín, le preguntó: - Por qué estás enojado y pones tan mala cara? Seguramente, si te portaras bien pondrías buena cara. Pero si no te portas bien, pecas y estás dominado por el pecado. Pero Caín no quiso dominar sus malas inclinaciones. No prestó  atención a las palabras de Yahweh

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Así que hizo un plan e invitó a su hermano Abel a dar un paseo y cuando Abel estaba bien distraído, Caín lo atacó y lo  mató. Caín escondió a Abel para que nadie se diera cuenta de lo que hizo, entonces Yahweh le preguntó:

 - Caín, dónde está tu hermano Abel?

- No lo sé, acaso soy yo el guardián de mi hermano?

  Yahweh le volvió a preguntar:

- Qué has hecho?... ¡la sangre de tu hermano me grita desde la tierra! Cómo pudiste hacer eso a tu hermano?, ahora serás degradado como la tierra que abrió su boca para recibir la sangre de tu hermano que derramaste. Cuando labres la tierra, no será tan fácil y vas a estar de un lado para otro sin descanso sobre la tierra.

Caín contestó:

-¡ Mi castigo es demasiado grande para soportarlo !. ¡ Alguien podría matarme !.

Entonces Yahweh le dijo:

- No será así. Cualquiera que mate a Caín será castigado siete veces.

Y le puso una señal para que nadie lo matara.

Caín se fue a vivir a la tierra de Nod, al oriente de Edén.

En esta historia Caín mostró tener celos.

Quién sabe lo que la palabra "celos" significa?

Esto significa querer tener algo que alguien más tiene.

 Podemos estar celosos por no tener muchas cosas que deseamos. Por ejemplo: Alguna vez has querido un juguete o una camisa bonita o algo que alguien más tenía y tu no? O tal vez sólo a tu hermano o hermana le dieron una golosina que tú también querías. Tal vez alguien en la escuela obtuvo una muy buena calificación en su examen en la escuela y te enojaste con él porque no obtuviste una buena calificación también. Tal vez has visto a alguien con una casa muy bonita y quisieras que fuera tu casa. Quizás has visto a una chica que piensas que es muy bonita y deseas ser como ella? Cualquiera de estos ejemplos y otros similares te pueden provocar celos o envidia y dañar tu corazón. Hacerte poner una carita fea y pensar actuar mal.

Hijitos de Yahweh, debes cuidar tu hermoso corazón para que estas cosas no te dominen. Sustituye los celos y la envidia por pensamientos de bondad, de amor y misericordia.

Vigilemos nuestros sentimientos para no hacer mal ni a nosotros mismos ni a otros. Pídele ayuda a nuestro Abba Yahweh para que te cambie. Él te ayudará.